¿Quieres ahorrar en la factura de la luz? Es importante que no cometas ciertos errores que podrían provocar un consumo extra importante. Te vamos a hablar de algunos de los principales, para que puedas tomar medidas en caso de que cometas alguno de estos fallos. No obstante, independientemente de cuál sea el punto de partida, siempre vas a poder reducir algo el consumo de electricidad.
Ten en cuenta que van a entrar en juego factores como el tipo de electrodomésticos que utilices, el tiempo de funcionamiento o la tarifa que tengas contratada. Puede haber diferencias entre una tarifa con discriminación horaria y otra en la que cueste lo mismo sin importar la hora del día, por ejemplo.
Errores que aumentan el consumo eléctrico
A veces, solo con tener en cuenta algunos consejos o realizar pequeños cambios, puedes llegar a ahorrar bastante en la factura de la luz. Lo puedes notar rápidamente en la siguiente factura, algo que notarás especialmente si tienes un amplio margen de ahorro.
No aprovechar los diferentes modos de los electrodomésticos
El primer error, uno bastante común, es no aprovechar bien el modo ahorro de los electrodomésticos. Por ejemplo, puedes utilizar el modo Eco del lavavajillas. El ahorro, según cómo sea el aparato, puede llegar a ser bastante importante y pasar del 40%. Esto es algo que vas a poder encontrar en lavadoras, lavavajillas, secadoras… Básicamente, es un modo en el cual el electrodoméstico no va a funcionar al máximo, pero sí lo suficiente para lavar los platos, la ropa, etc. Sí es cierto que puede tardar algo más de tiempo, pero es un peaje a pagar a cambio de ahorrar en la factura de la luz. Usar un microondas eficiente, por ejemplo, puede ser útil.
Estos modos «Eco» lógicamente no hacen milagros, pero sí es cierto que cada vez que lo uses, estarás consumiendo entre un 10% y 20% menos de electricidad, por lo que a final de mes se notará en la factura. Ten en cuenta que estos modos, suelen tardar más en terminar respecto a los «normales».
Tener excesivo consumo fantasma
El consumo fantasma es algo que siempre va a estar presente, queramos o no. Simplemente con tener el cargador del móvil enchufado más de lo necesario, ya es un consumo que podrías evitar. Ahora bien, ese consumo extra puede ser mucho mayor si cometes ciertos errores y no lo tomas en serio. En líneas generales, se calcula que el consumo fantasma puede suponer sobre el 10% del total de la factura. Pero eso puede ser más si, por ejemplo, mantienes siempre conectados todo tipo de aparatos, aunque no los utilices prácticamente nunca. Por tanto, lo ideal es que desconectes todo lo posible.
Lo mejor que puedes hacer para evitar el consumo fantasma, es bajar todos los magnetotérmicos del cuadro eléctrico, excepto el del frigorífico y también las luces. De esta forma, te aseguras que no tienes nada conectado a la electricidad y consumiendo. No necesitarás tampoco comprar nada, porque simplemente accederás al cuadro eléctrico. Eso sí, revisa dónde tienes conectado el router Wi-Fi porque también te quedarás sin alimentación, y es posible que no quieras tenerlo apagado por las noches.
No saber qué aparatos son los que más consumen
¿Sabes realmente qué aparatos de tu vivienda son los que más energía consumen? Un error bastante extendido es pensar que un aparato en concreto no consume mucha electricidad, cuando ocurre todo lo contrario. Por ejemplo, el caso de un calefactor. Puede parecer que gasta menos que aparatos como un aire acondicionado, cuando puede llegar a gastar el triple o más. Por ello, es importante conocer la potencia de los electrodomésticos que utilizamos, el modo en el que lo usamos, el tiempo, etc. Evita usar más de lo necesario aquellos que tienen un mayor consumo. Por ejemplo, apaga un poco antes el horno para aprovechar el calor residual, reduce el uso de calefactores o braseros, etc.
Para que os hagáis una idea, un calefactor de 2000W de potencia, significa que va a tener un consumo de 2kWh (cada hora). Sin embargo, un AC con bomba de calor o con frío, tiene un consumo de 1kWh (cada hora) aproximadamente, aunque en cuanto llega a la temperatura de operación tendremos un consumo realmente bajo de unos 0,2kWh aproximadamente.
Mal aislamiento térmico
Tener un mal aislamiento térmico, también puede suponer un consumo de energía mayor. Esto es algo que va a pasar tanto en invierno, como también en verano. Por mal aislamiento, nos referimos a no cerrar bien puertas y ventanas, por ejemplo. Básicamente, permitir que entre aire frío o caliente de fuera. Lo ideal es reducir el uso de la calefacción o aire acondicionado. Para ello, mantener una buena temperatura dentro de casa va a ser clave. Evita el intercambio de aire de fuera, especialmente en los días en los que la temperatura es extrema.
Es muy importante revisar bien las ventanas que tenemos, pero también cómo están instaladas, porque muchos instaladores no ponen espuma en los laterales para aislar tanto del frío y calor, como del ruido que haya fuera. Esto es fundamental para ahorrar, y es que la diferencia entre un buen aislamiento y un mal aislamiento puede suponer hasta 400€ anuales de pérdida.
En definitiva, estos son algunos de los principales errores que podrían provocar un aumento en el consumo de electricidad. Es importante llevar a cabo ciertos cambios, para que puedas reducir el gasto. Asegúrate de utilizar correctamente tus electrodomésticos y no cometas fallos.