Quiero mejorar la señal Wi-Fi en casa y estos tres aparatos viejos podrían servir como repetidor

La velocidad de fibra contratada tendrá mucho que ver en la estabilidad de la conexión en diferentes lugares de la vivienda. No obstante, estos trucos ayudarán a que el uso de tu móvil, PC y cualquier otro de dispositivo conectado sea mucho más cómodo a cierta distancia del router. Con cualquiera de estos tres objetos en desuso puedes montar tu propio repetidor doméstico, sin necesidad de comprar ningún tipo de dispositivo inalámbrico, sistema Mesh o PLC.

Un router antiguo

En los últimos años, estos dispositivos han ido evolucionando hacia versiones cada vez más sofisticadas. Es probable que tu compañía haya ido reemplazando los más viejos por opciones más modernas, que hayas cambiado de operadora y por lo tanto sustituido el aparato anterior, o tal vez hayas comprado uno mejor y tengas guardado el de tu compañía en un cajón.

Sea cual sea el caso, es fácil que en algún lugar de tu casa exista un router viejo que no usas, y sea el momento de darle una segunda vida. Utilizarlo como repetidor te va a permitir llevar cobertura a zonas donde, por distancia en metros o por el tipo de construcción del edificio, la señal llega muy débil.

Esta opción requiere un proceso de configuración y que el aparato cumpla unos requisitos de compatibilidad, claro. Con el objetivo de hacer un uso mucho mejor del mismo, lo ideal es que el dispositivo en desuso disponga de una buena velocidad máxima y, preferiblemente, sea doble banda. Si además tuviéramos la capacidad de realizar la conexión por cable con el router principal, remataríamos requisitos. No obstante, entendemos que esta última opción es compleja cuando el objetivo es mejorar la conexión desde puntos alejados.

Una buena contraseña y la actualización del firmware nos librarán, por otro lado, de intromisiones de usuarios ajenos al hogar, que puedan provocar justo el efecto contrario al deseado: ralentizarán la conexión. No descartes esta opción por miedo a que la configuración sea un proceso complejo, porque seguir los pasos es algo al alcance de todos, aunque no se disponga de formación técnica avanzada.

A modo de resumen, se trataría de modificar el rango de DHCP en el router principal para disponer así de una dirección IP libre, que sería utilizada por el secundario. Luego sería necesario modificar la dirección IP de la LAN del router de apoyo, de modo que fuera localizable a través de la red local doméstica. Una recomendación a tener en cuenta es la necesidad de desactivar el servidor DHCP del segundo aparato, ya que la convivencia de ambos servidores en la misma red podría generar problemas.

Superado esto, llegará el momento de la conexión, ya sea mediante un cable de red Ethernet o a través de la red WiFi. El rendimiento será siempre mucho mejor por cable, aunque en muchos casos la comodidad nos hará decantarnos por la opción inalámbrica.

Un móvil viejo

La ventaja de elegir un smartphone que ya no uses como repetidor es que, al poder ponerle una tarjeta SIM, ni siquiera vas a depender de la distancia a la que éste se encuentre del router. El dispositivo será capaz de compartir señal, especialmente con aparatos conectados que no demanden una potente conexión Wi-Fi, como es el caso de una smartTV .

Si dispones de adaptador, este uso podrá ser aún más efectivo y estable mediante cable Ethernet, y te permitirá dar asistencia a una mayor variedad de dispositivos, incluidos aquellos que utilizan más datos o requieren mayor velocidad.

Es una opción interesante, además, para aquellas viviendas donde no se quiera pagar Internet, pero donde te gustaría tener instalados dispositivos de vigilancia u otros aparatos de domótica, que no requieren un uso de datos intenso.

¿Puede servirme una Tablet vieja?

En función de los años que tenga, su uso como repetidor será más o menos efectivo que el de un móvil. Primero, porque muchos modelos no disponen de la opción de insertar una tarjeta Sim, y segundo porque en general el adaptador Wi-Fi será menos eficiente que el de un teléfono. Generalmente los nuevos smartphones disponen de conectividad Wi-Fi 6 e incluso doble banda (2.4GHz y 5GHz), sin embargo, las tablets antiguas podrían soportar solamente Wi-Fi 4 (en la banda de 2.4GHz), por lo que perderemos mucha velocidad por el camino, y podríamos tener interferencias con otros dispositivos conectados.

Si tienes la opción, es mejor que uses un móvil que sea algo más reciente, en lugar de una tablet. Aunque esta última te proporcionará una mayor autonomía sin necesidad de conectarla a un cargador, eso sí.

Un ordenador que no uses

Algo menos cómodo, pero de gran utilidad en ocasiones es el uso de un ordenador viejo a modo de repetidor. Será una buena opción a considerar si cuenta con una tarjeta de red adecuada; y bastante peor si su tarjeta está integrada en la placa base. Se trata de recibir la señal lo mejor posible para compartir la señal con otros aparatos. Por supuesto, si lo conectas por cable de red, obtendrás mejor velocidad y evitarás problemas.

Si algo tan grande como un portátil o un ordenador de sobremesa te resulta una opción incómoda, pero dispones de un Mini PC que no utilices, por supuesto, podrás usarlo para mejorar la conexión en casa. Preferiblemente, debería ser doble banda, contar con puertos Gigabit Ethernet y, en definitiva, representar una buena opción a nivel de cobertura y velocidad.

En el caso de que no tengas ninguno de estos dispositivos infrautilizados en casa, o simplemente no quieras tener objetos viejos por medio, siempre puedes optar por la compra de un repetidor WiFi. Un modelo que os recomendamos es el AVM FRITZ!Repeater 1200 AX, un repetidor doble banda simultánea con Wi-Fi 6 y que nos permitirá tener Wi-Fi Mesh si usas un router del fabricante AVM. Este repetidor puede funcionar tanto en modo punto de acceso Wi-Fi, conectando por cable de red el repetidor al router, como también en modo repetidor usando las dos bandas de frecuencias (2.4GHz y 5Ghz) de forma simultánea.